La selección solventa en un gran último cuarto un partido muy complejo ante la anfitriona / Ricky, Chacho y Juancho Hernangómez, vitales al final
ESPAÑA 73 - 56 TURQUIA
Tocó ponerse manos a la obra cuando el ambiente engullía a
la selección. Cuando un contragolpe furibundo local, con canasta de Guler, ponía
a Turquía a tres puntos. Restaban 9 segundos para el final del tercer cuarto y
España dudaba de su superioridad. Dudaba de todo en el terrible Sinan Erdem.
Pero Sergio Rodríguez nos devolvió a la vida con un triple descomunal. 43-49
antes de la batalla final.
Fue en ese cuarto final cuando España empezó a hacer, de
golpe, todo mejor. Empezó a solventar un encuentro que se le había atascado.
Ricky y Juancho encontraron aro con facilidad y a la selección se le quitó el
miedo. La ventaja fue creciendo. 8 puntos, once, catorce, dieciséis. El susto
había pasado y el combinado de Scariolo se mete en cuartos de final para jugar
el martes ante una Alemania menor que no debería poner en ninguna dificultad a
España.
Antes de eso, de ese cuarto plácido, el partido tuvo de
todo. Una gran superioridad de España en el primero, una lucha sin cuartel de
Turquía en los dos siguientes, que convirtió el choque en un dolor de muelas
para los nuestros. España olvidó tras el descanso todo lo que había hecho bien
y el tercer periodo hizo peligrar la victoria. En ese parcial hasta un pase
simple se convertía en un drama. Hasta el rebote se le negaba a una selección
que había campado a sus anchas por este Europeo pero a la que se le atragantaba
el partido ante los anfitriones. 13.000 personas bramaban con un simple fallo de
los nuestros. Ya, ni contamos cuando a los otomanos les daba por anotar una
canasta.
Con la obsesión de buscar la superioridad de los hermanos
Gasol dentro y en la terquedad de no buscar tiros librados por fuera, se le fue
a España cierta tranquilidad. Las cosas se empezaron a complicar cuando Juancho
Hernangómez cometió la segunda falta, muy pronto. Estaba secando a Korkmaz y el
turco aprovechó la ausencia del menor de la saga. Eso y malos minutos de San
Emeterio, espeso en decisiones puntuales.
Tuvo España una máxima de 12 en dos ocasiones tras triple de
Pau y canasta de Marc (12-24, 14-26) pero se acercó Turquía a cinco. Estiró
luego la selección pero en el tercer cuarto volvió a estar presente todo en
Turquía. Quien dice todo, incluye el factor ambiental y el factor arbitral. La
selección tiembla por momentos (33-37, 36-40) pero atisba el peligro real con
el 43-46. Menos mal que estaba el Chacho, exceso en la dirección esta tarde.
Y menos mal que un último cuarto imperial deja a España, de nuevo
(y van 20 Eurobasket seguidos) entre los ocho mejores. Si gana a Alemania el
martes serán diez seguidos en el grupo de elegidos, entre los que optan a
medalla. Será la opción, si todo va normal, de enfrentarnos a Eslovenia en una
semifinal que pude ser apoteósica. Los de Doncic jugarán ante Letonia en cuartos
y ese partido es una trampa, pero deben sacarlo. Los otros dos partidos serán
una apasionante Italia – Serbia y un muy interesante Rusia – Grecia. Ya se
han ido a casa los últimos acompañantes de España en el podio, Lituania y Francia.
Ya ha hecho las maletas Croacia, con muy buena pinta en la fase de grupos pero apalizada ayer por los rusos. Es lo que tiene esta fase. Un error es la muerte, significa irte a casa antes
de tiempo.
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