sábado, 16 de septiembre de 2017

Una noche para olvidar



         Cuando una derrota es inapelable, cuando no quedan fuerzas para contestar. Todo ha ido mal y ha sido, en parte por culpa tuya, por demérito, por escasez de ideas. Pero en parte, también, por una arrolladora apisonadora que has tenido enfrente. La Eslovenia de Doncic fue lo más parecido a una máquina trituradora en el partido del otro día. Es así.

         Hay quien dice que es mejor una derrota así, sin paliativos, que una por un punto o por un fallo mínimo al final. Puede tener razón. Esto es incontestable, no hay opción a poner un pero. Es cierto que también es humillante en cierto modo, despedirte así del campeonato soñado. Del torneo en el que te presentabas como la máxima favorita. Tiene algo de decepción, casi fracaso, perder de la manera que lo hicimos en este ya jueves aciago del baloncesto español. Pero es mejor afrontarlo.

         Es mejor aceptar que Eslovenia viene fuerte y que la dimensión de Luka Doncic es, cada día, más inesperada. El base-escolta-alero y casi ala-pivot es lo más descarado que se ha visto en Europa desde Drazen Petrovic. Es un tipo que, con 18 años, desafía todas las leyes de la lógica. Es lo mejor que uno ha visto en 25 años. Y el otro día se nos comió enteritos. Un jugador capaz de dominar el partido más que de jugarlo. Y eso es oro puro en estos tiempos.

         Y por nuestra parte nada. Nada que objetar y, a la vez bastante que decir. En el primer partido serio de verdad, fuera. No dio, en esas circunstancias, la selección la talla. Porque se sufrió ante Turquía y Alemania pero se solventó todo en un gran último cuarto. Pero esta Eslovenia dominó todo el encuentro a la selección. Hay que aceptar la derrota, pero buscar también explicaciones.

         Acierto a atisbar que en el tiro exterior había bajas, que Llull, Rudy, Pau Ribas, Abrines, Mirotic es mucha tralla fuera. También es verdad que algo injusto acordarse de ellos sólo en la derrota. Acierto a decir que los Gasol han asumido el rol de dominadores siempre, demasiado para ellos. Se observa una evolución muy buena en los Hernangómez, pero ¿suficiente?. Esperemos que sí, pero el último partido ha creado dudas.

         El bronce será el mal menor. Pero será, también, un gran resultado. No nos olvidemos que esta selección no se baja del podio desde 2005 y desde 1999 siempre ha habido medalla menos ese año, en Serbia, sin Pau Gasol. Rusia será el contrincante el domingo a las 16.00 h en un buen partido de baloncesto. Como en Río, hace un año, acabar con metal será un buen sabor de boca, pero Scariolo verá este partido de semifinales ante la explosiva Eslovenia una y mil veces. Hasta que encuentre la razón, hasta que se canse.

martes, 12 de septiembre de 2017

Marc Gasol sepulta a Alemania

El pivot de los Grizllies, con 28 puntos, lleva a España a la semifinal, décima consecutiva en un Eurobasket / Eslovenia, que ganó a Letonia, rival del jueves

ALEMANIA 72 - 84 ESPAÑA

El marcador del Sinan Erdem de Estambul señalaba un empate a 50 que auguraba sufrimiento, malos ratos, sofocos buscando las semifinales del campeonato, las décimas consecutivas de la selección española, inabordable hasta ahora en el torneo. Pero Alemania le había cogido el truco, estaba defendiendo muy bien, impedía tiros cómodos de los nuestros, incapaces, metidos en un agujero sin aparente salida. Hasta que apareció él, el hombre, el menor de una saga metida ya en la historia del baloncesto español. Marc Gasol cogió su fusil, anotó cuatro triples consecutivos y decidió el partido. 

La ventaja de España se fue a los doce puntos con un parcial de 0-12 asombroso, de los que quitan el hipo y, de paso, el miedo a cualquier tropiezo. España condujo en el último cuarto sin sufrimiento, con la pausa que no había tenido en el encuentro y acabó ganando fácil un partido que había supuesto un laberinto. El combinado de Scariolo se encomendó a Marc, a Chacho, a Sastre, imperial en la defensa de Schroeder, que había campado a sus anchas durante 25 minutos de partido. El jueves ante Eslovenia se encomendará a su rutina habitual, la de disputar una semifinal, territorio ya cómodo para España, desde 1999 en esta fase. 

 Todo lo que había pasado antes había sido un dolor de cabeza. Un primer cuarto con un 7-0 de salida para los germanos. España no se encontraba, no era nada la selección, sin poder tirar, sin recursos. Tuvo que salir Chacho, tuvo que pedir tiempo Scariolo. Tuvo que cargar la selección en demasía el juego hacia Pau. Era eso o marcharse antes de tiempo de este torneo. Todo se empieza a normalizar. Empate a 27, 33-34, 33-37. pero a mediados del tercer cuarto el partido estaba empatado. Se tuvo que recurrir a Marc, con Pau agotado en el banquillo y sin poder ejercer su teórico poder dentro. Tuvo que encomendar Scariolo a un pupilo una tarea fastidiosa, ardua labor la de defender a la estrella rival. Se encargó de eso un soldado universal, Joan sastre, para hacer desaparecer casi por completo a Schroeder, el base de los Hawks, limitado en el final del tercer parcial. Ahí fue cuando el fusil de Marc acabó de matar al rival.

 Se planta España en su lugar, ese del que no se baja desde que un tiro de Mike Smith (Eurobasket 1997) ante Rusia hiciera agua y con él, las ilusiones de una selección que, en Barcelona, pintaba para medalla. Desde esa lejana fecha, 20 años después, la selección no se ha bajado del cuarto puesto. De nueve semifinales, ganó seis y de esas, tres torneos fueron nuestros (2009, 2011 y 2015). 

 Eslovenia será el rival el jueves y, me temo, que Sastre o quien sea al que se le encargue la defensa de la estrella rival, tendrá trabajo extra con Doncic y con Dragic. Queda un día menos para el oro que debe llegar, ojalá el domingo. Nunca nos bajaremos de este barco. Nunca dejaremos de creer.

domingo, 10 de septiembre de 2017

España sale ilesa de un día difícil



La selección solventa en un gran último cuarto un partido muy complejo ante la anfitriona / Ricky, Chacho y Juancho Hernangómez, vitales al final

ESPAÑA 73 - 56 TURQUIA
Tocó ponerse manos a la obra cuando el ambiente engullía a la selección. Cuando un contragolpe furibundo local, con canasta de Guler, ponía a Turquía a tres puntos. Restaban 9 segundos para el final del tercer cuarto y España dudaba de su superioridad. Dudaba de todo en el terrible Sinan Erdem. Pero Sergio Rodríguez nos devolvió a la vida con un triple descomunal. 43-49 antes de la batalla final.

Fue en ese cuarto final cuando España empezó a hacer, de golpe, todo mejor. Empezó a solventar un encuentro que se le había atascado. Ricky y Juancho encontraron aro con facilidad y a la selección se le quitó el miedo. La ventaja fue creciendo. 8 puntos, once, catorce, dieciséis. El susto había pasado y el combinado de Scariolo se mete en cuartos de final para jugar el martes ante una Alemania menor que no debería poner en ninguna dificultad a España.

Antes de eso, de ese cuarto plácido, el partido tuvo de todo. Una gran superioridad de España en el primero, una lucha sin cuartel de Turquía en los dos siguientes, que convirtió el choque en un dolor de muelas para los nuestros. España olvidó tras el descanso todo lo que había hecho bien y el tercer periodo hizo peligrar la victoria. En ese parcial hasta un pase simple se convertía en un drama. Hasta el rebote se le negaba a una selección que había campado a sus anchas por este Europeo pero a la que se le atragantaba el partido ante los anfitriones. 13.000 personas bramaban con un simple fallo de los nuestros. Ya, ni contamos cuando a los otomanos les daba por anotar una canasta.

Con la obsesión de buscar la superioridad de los hermanos Gasol dentro y en la terquedad de no buscar tiros librados por fuera, se le fue a España cierta tranquilidad. Las cosas se empezaron a complicar cuando Juancho Hernangómez cometió la segunda falta, muy pronto. Estaba secando a Korkmaz y el turco aprovechó la ausencia del menor de la saga. Eso y malos minutos de San Emeterio, espeso en decisiones puntuales.

Tuvo España una máxima de 12 en dos ocasiones tras triple de Pau y canasta de Marc (12-24, 14-26) pero se acercó Turquía a cinco. Estiró luego la selección pero en el tercer cuarto volvió a estar presente todo en Turquía. Quien dice todo, incluye el factor ambiental y el factor arbitral. La selección tiembla por momentos (33-37, 36-40) pero atisba el peligro real con el 43-46. Menos mal que estaba el Chacho, exceso en la dirección esta tarde.

Y menos mal que un último cuarto imperial deja a España, de nuevo (y van 20 Eurobasket seguidos) entre los ocho mejores. Si gana a Alemania el martes serán diez seguidos en el grupo de elegidos, entre los que optan a medalla. Será la opción, si todo va normal, de enfrentarnos a Eslovenia en una semifinal que pude ser apoteósica. Los de Doncic jugarán ante Letonia en cuartos y ese partido es una trampa, pero deben sacarlo. Los otros dos partidos serán una apasionante Italia – Serbia y un muy interesante Rusia – Grecia. Ya se han ido a casa los últimos acompañantes de España en el podio, Lituania y Francia. Ya ha hecho las maletas Croacia, con muy buena pinta en la fase de grupos pero apalizada ayer por los rusos. Es lo que tiene esta fase. Un error es la muerte, significa irte a casa antes de tiempo.

martes, 5 de septiembre de 2017

Caminando en la superioridad




España arrasa a sus rivales en los tres primeros días de torneo / Croacia, primera prueba seria para los nuestros / Scariolo reservó ayer a Pau Gasol y a Abrines todo el partido


En algunas circunstancias sería mejor ser cauto, estar a la expectativa de cualquier cosa que pueda suceder. En definitiva, no creerse demasiado la multitud de cosas que estás haciendo bien y relativizar el asunto. Pero es que esta España que se ha presentado los tres primeros días del Eurobasket es una apisonadora. Ha ganado los tres partidos de 39, 37 y 41 puntos ante Montenegro, Chequia y Rumania (sí, es verdad que no son potencias) y demuestra una superioridad pocas veces vistas y que recuerda a las mejores selecciones soviéticas y yugoslavas de las décadas de los setenta y ochenta.

Una selección que se permite el lujo de dar decanso a Pau Gasol y a Abrines todo el partido ante Rumania (victoria 91 – 50). Sin más, en medio del campeonato, como si el mensaje a mandar fuera de control. Ganamos sin el mejor, sin utilizar a un pívot dominante. Ese es el lujo que se puede permitir España, que ya tenía bajas importantes. Así está el nivel de los nuestros.

Seguro que lo hizo Scariolo para evitar sustos porque hoy (este martes, 16.45 h) llega la primera prueba seria de la selección en el torneo. La Croacia de Aleksandr Petrovic (también invicta) es la prueba que delimitará qué camino utiliza España para llegar al título. Si, posiblemente, Letonia o Bélgica o la vía algo más compleja y que Serbia o Turquía puedan ser rivales ya demasiado pronto.

Estos partidos han sido cruciales para ver cosas que con rivales más complicados hubiera sido imposible. Por ejemplo, ya hemos visto, y bastante, a toda la selección. Han jugado, y a un nivel esplendoroso los dos Hernangómez, futuro incontestable de nuestro baloncesto. Han aprovechado bien los minutos que les ha dado Scariolo para hacernos ver que tienen un rol importante en el combinado.

Hemos visto a Oriola, a Vives, a Sastre, todos a un nivelazo inesperado, con menos minutos pero siguiendo a la perfección el plan que ha diseñado para ellos el técnico. Hemos visto a Navarro aceptando sin rechistar su papel y, además, haciendo cosas interesantes para el grupo. Todo son buenas noticias.

El jueves Hungría deberá ser otra víctima propiciatoria para el cuadro español. Sin embargo, lo de hoy… es otra historia. En Río, hace apenas un año, los croatas nos ganaron en el partido inicial. Nunca fueron buen enemigo y estos días se han deshecho bien de sus rivales. Ayer ante Montenegro, sufriendo demasiado al final pero fueron superiores. Está la vieja guardia, los Ukic, Simon. Está Saric, el pívot de los Sixers, uno de los diamantes europeos.

La selección sigue caminando en la euforia en este europeo, sigue soñando con un camino inmaculado, a 12 días de conquistar el oro en Estambul. Hoy la despiertan un poquito para hacerla ver que no todo será un camino de rosas. Croacia pondrá problemas. Sólo hay que saber resolverlos y este grupo está preparado.

viernes, 1 de septiembre de 2017

España asusta en su debut

La selección aplasta a Montenegro con unos grandes Willy y Juancho Hernangómez / República Checa y Rumania, siguientes escollos

ESPAÑA 99 - 60 MONTENEGRO

Esta vez llegó a tiempo, sin dudas. Dejó atrás las distracciones que eran habituales estos últimos años. En el Europeo 2015, dos derrotas en los tres primeros partidos. En Rio, el verano pasado, dos errores los dos primeros choques. No quiso bromear esta vez España y empezó el campeonato a lo grande. Abusando de una Montenegro, que es mejor de lo que pareció en este partido, pero que fue desbordada por el trolebús hispano. 

 La primera victoria ya está en el zurrón y no hay que ir muy lejos para avanzar que los dos próximos partidos serán nuestros también. República Checa (sábado, 16.45 h) y Rumania no deben ser rivales y la selección de Scariolo se debe apuntar dos triunfos cómodos. En el día inicial las buenas noticias siempre predominaron. 29 puntos de los Hernangómez (16 Willy, 13 Juancho), 19 de los Gasol (19 Pau, 9 Marc). También llegó a la decena San Emeterio y casi (se quedó en 9) Juan Carlos Navarro en un buen partido del veterano. 

 Un partido en el que todos jugaron, todos aportaron. Nadie se quedó sin anotar, algo que es muy complicado. Incluso Sastre y Vives (4 y 3 puntos) participaron de la fiesta. El día en que se plasmó el verdadero nivel del equipo español. El día en que se vio que las bajas no van a importar y eso que son casi cruciales. 

 Fue un cúmulo de circunstancias favorables para los nuestros. Los bases excelentes, a cual mejor. Aportación excelsa de los que serán menos habituales. España se apoderó del partido desde el inicio (26-14 el primer parcial, 51-29 al descanso, un humillante 71 – 43 al final del tercer cuarto). Nadie paraba al combinado nacional, con sensación de favoritismo claro, de no bajarse del buen nivel en todo el torneo. 

 Enfrente Montenegro en el que sólo se salvó el NBA Vucevic (16 puntos) y el base Pavlicevic, un jugador muy incómodo de defender. Un combinado en el que naufragaron ayer Rice (7), Dubljevic (4) y Todorovic (4). Se salvó muy poca gente del barco liderado por el histórico Bogdan Tamjevic (sí, aquel que guió al Bosna Sarajevo ya desde el banquillo, en 1979, a la primera Copa de Europa de un equipo yugoslavo). Es verdad que éste no era el partido, que se clasificará seguro porque tan sólo ha de ganar a Hungría y Rumania, pero que ayer no dio el nivel. 

 Mañana sábado ante Chequia el siguiente partido. Quizá Scariolo opte por muchos minutos para los menos habituales. Aunque ya no sabemos qué significa ser no habitual en esta selección. Hoy han hecho unos minutos parejos la mitad de la selección, señal inequívoca que este grupo va a por todas, se divierte en cancha y quiere el oro. Queda un día menos para tocarlo el 17 de septiembre en Estambul. Que no se tuerza nada.

jueves, 31 de agosto de 2017

La reina de Europa quiere bañarse en oro

España, con tres títulos desde 2009, quiere reeditar el de París en 2015 en el Eurobasket que arranca hoy / Las ausencias de muchos NBA marcan el torneo



Vestida de gala, con la etiqueta de ser la reina de Europa los últimos ocho años (desde 2009, tres oros continentales) aunque con alguna duda sobre su favoritismo. Así se presenta España en el Eurobasket que arranca hoy, para los nuestros mañana, en la localidad rumana de Cluj, Y esas dudas sobre su papel dominante vienen por las ausencias confirmadas ya a finales de junio de dos referentes, Rudy Fernández y Felipe Reyes. Con la inesperada, a mediados de julio, por orden de los Bulls, de Nikola Mirotic y la más dura, la del jugador que, en palabras del seleccionador Sergio Scariolo, se iba a convertir en faro de este grupo en pista. Sergio Llull

Muchas sensaciones recorrieron al banquillo español aquella noche del 8 de agosto en Tenerife. Escalofríos también, temblores. Llull se perderá toda la temporada, por consiguiente, la cita europea del año a nivel de selecciones. Pero Scariolo buscó enseguida la parte positiva, más por ansias de ofrecer una imagen de fuerza a sus jugadores, que porque realmente lo sintiera. Sabe el italiano que Llull es insustituible.

Confirmó a Guillem Vives como tercer base pero pasó a lanzar un mensaje claro. “La obsesión era encontrar un referente. Ahora deberán ser los Gasol”. Y los hermanos, acostumbrados a estas lides, cumplieron en los amistosos siguientes. Poderío en Bélgica y Lituania para dos victorias fuera de casa convincentes que suelen ser buenas también en estas giras largas.

Se presenta España en este Europeo con la idea del poderío extremo en el juego interior. Más los hermanos Gasol, Willy Hernangómez y Pierre Oriola con sensaciones de que hay muchas alternativas en esa zona de la pista. El otro Hernangómez, Juancho, en labor más de 3 alto (a un gran nivel en los partidos de preparación) y San Emeterio y Abrines como referentes desde fuera. Al de Oklahoma City Thunder se le pide este año el paso adelante, el definitivo. Abrines debe ser el que desatasque en momentos cumbre. Porque la labor de Navarro en pista es una incógnita. Ha estado todo el año fuera sin poder ayudar en su club de manera regular.

Para Sastre y Vives habrá minutos pero serán menos. Ricky y Sergio Rodríguez llevarán el timón de una selección inmensa, superlativa a pesar de bajas sensibles en las cinco posiciones. Podríamos hacer un quinteto de ausencias y nos saldrían Pau Ribas, Llull, Rudy, Felipe Reyes y Mirotic. Ahí es nada.

España caminará en un laberinto hasta ver la luz el jueves con la más que segura clasificación a octavos y, si no pasa nada raro, como primera de grupo. Antes Montenegro (mañana el debut), República Checa (sábado), Rumania (lunes), Croacia (martes) y Hungría (jueves). Si las cosas salen rodadas un rival asequible nos esperará en octavos. A partir de cuartos, la historia cambiará.

Es el europeo de las ausencias destacadas. Fuera Teodosic con Serbia, Parker con Francia, Antetukuompo con Grecia como las más importantes. Es el Europeo de las consagraciones. Doncic con Eslovenia tiene que ser estrella, predominante en esa selección, candidata a medalla aunque encuadrada en un grupo terrible con la anfitriona de esa sede Finlandia, más Francia y Grecia.

A partir de hoy y en tres semanas todo cuenta. Cada detalle, cada mínimo despiste será una losa y cada acierto, un paso adelante. España no se baja del podio continental desde Serbia 2005. A partir de ahí tres oros, una plata y un bronce en los cinco disputados. Un dominio abrumador parecido al de la Yugoslavia de los noventa o el de la URSS en los 80. Hay que estar felices y confiar.





viernes, 19 de mayo de 2017

El Madrid se hace pequeño en la cita del año



FENERBAHCE 84 - 75 REAL MADRID

Los de Laso realizan un mal partido y pierden claramente ante un mejor Fenerbahce / Olympiakos da la gran sorpresa y se impone al CSKA


Llegó tarde al partido, como si de un error de cálculo se tratara. Llegó a la cita impuntual, nunca lo había hecho en esta Euroliga, fiable siempre el Real Madrid. Y lo pagó caro. Sin competir ante este portento de rival nunca hubo vida, nunca pareció que el equipo de Laso, desdibujado en el Sinan Erdem Dome, pudiera hacer algo en el choque. El Madrid se baja en marcha de esta cita europea mostrando la peor imagen de este año y realizando uno de los más flojos partidos de la era Laso.

Fue un comienzo calamitoso del Madrid, sin ideas, sin claridad en ataque, sin continuación en ningún bloqueo, dejando tiros claros al conjunto turco. De ahí llegaron las máximas del partido (17-7, 23-13, 26-13). El Madrid sobrevivía en el primer tiempo gracias a Llull (19 puntos de los 34 madridistas en el primer envite) y a que volvió por unos instantes la intensidad defensiva (26-24, tras triple de Thompkins)

Pero todo se torció de nuevo con decisiones arbitrales algo dudosas. Una antideportiva doble que sólo lo era de Datome, pero que a los colegiados les pareció bien repartir. También un codazo de Vesely a Randolph que dio con el madridista en la camilla por un golpe fortísimo en las costillas. Salió, de milagro, en la segunda parte, pero al Madrid se le notaba resquebrajado. 44-34 al descanso.

A pesar de eso salió bien el pivot con dos manos en defensa sublimes y con un triple que dio vida de nuevo al conjunto de Laso. manteniéndose en el partido, a pesar de los datos terribles que arrastraba. 8 rebotes ofensivos permitidos, 11 pérdidas de balón. Eso era demasiado lastre y, aunque todos los intentos fueron para mejorar, el equipo local se hacía fuerte y mataba al Madrid con defensa y buenos tiros. Y anulando a Ayón, desaparecido toda la noche. Llegó de nuevo una máxima (50-37) y sólo faltaban 15 minutos de partido. 

De ahí al final del tercer cuarto, un amago de remontada blanca con dos triples de Carroll que les pusieron a nueve, pero fue un espejismo. 63 - 50 antes del último capítulo. Ahí llegó la sentencia final con el equipo local masacrando el aro rival y disponiendo de dieciseis de ventaja (68 - 52). Justo ese fue el momento en el que apareció la enésima reacción, esta vez más poderosa llegando a estar a ocho puntos, llegando a creer en el milagro. Pero fallaron cuando todo parecía volver a tener sentido. Primero Thompkins y después Carroll. Ya no hubo partido.

El Fenerbahce buscará el domingo su primer título europeo, el noveno de su entrenador, de su guía, Zeljko Obradovic. Lo hará ante el Olympiakos que volvió a liársela al CSKA de Moscu en una semifinal sublime, para el recuerdo (78 - 82) en la que el equipo ruso llegó a manejar catorce puntos de renta. Pero este deporte, que está hecho para los grandes jugadores, también está diseñado para los fuertes mentalmente y los griegos, en ese terreno, son mejores.

El Madrid se baja del tren de la Final Four en la primera estación como en 2011, última vez que cayó en la semifinal. Luego llegaron tres competiciones seguidas con el último partido como premio (dos perdidas, una ganada) pero esta vez quizá era demasiado. Quizá era mucha presión, mucho rival, mucho partido. Quizá Obradovic borró del partido a Ayón e impidió el juego fluido habitual del equipo blanco. O a lo mejor sucedió que el físico no le dio al Madrid que buscará en el play off de la Liga Endesa la redención. Quizá Laso se acuerde de Nocioni, o no, quién sabe. El ventajismo tampoco es bueno en el deporte.












jueves, 18 de mayo de 2017

El Madrid busca la gloria en un campo de minas

Los de Laso se enfrentan esta noche al local Fenerbahce (20.30 h, Cero) pendiente del físico turco y con cierto recelo del arbitraje / CSKA - Olympiakos, la otra semifinal



No hay competición que se le parezca. No hay escenario igual a estar presente entre los cuatro mejores equipos de Europa, en una ciudad y en una situación completamente contraria a la comodidad. Estambul recibe al Madrid con ganas de revancha. Aquel 2015 el equipo de Laso ganó en la capital de España al Fenerbahce de Obradovic. Hoy los dos entrenadores vuelven a verse las caras pero se han cambiado el lugar de la cita. Hoy toca Turquía, una presión extra para el equipo español. 

Se conocen mucho los dos tácticos del partido. Zeljko dirigió a Pablo en el Madrid, le lleva años de experiencia en los banquillos, le lleva Euroligas (8 conseguidas en 15 presencias, ésta la decimosexta) pero alaba a su pupilo como quitándose presión de cara a la cita de esta noche. “El Madrid es campeón hace dos años y nosotros no lo hemos sido. Ojo, que jugamos en casa pero ellos tienen muchas opciones de ganar”.

 Puede ser el noveno entorchado de Obradovic que, sin embargo viene de no triunfar en dos años seguidos (Madrid 2015, Berlín 2016) pero se vuelve a meter en la cita definitiva con un equipo esplendoroso. Esta Euroliga, dicen muchos, está hecha para este Fenerbahce que cuenta con una plantilla de lujo. Udoh, Bogdanovic, Pero Antic, Datome destacando sobre fieles escuderos que quieren hacer del equipo turco el favorito. Ya lo es en las apuestas, por eso el Madrid deberá hacer las cosas casi perfectas esta noche en el Ulker Sports Arena si quiere sobrevivir.

Laso dijo ayer en rueda de prensa que “no quiere dar nada por perdido. Venimos a competir, faltaría más. Somos los campeones de hace dos años y hemos estado en dos Final Four más. Queremos ganar y demostrar que somos un referente”. Llull fue en la misma línea de su mister y Felipe Reyes, que posiblemente juegue su última Euroliga, quiere despedirse a lo grande.

Cuenta con todo el plantel a pleno rendimiento el técnico vitoriano y nadie tiene miedo. Tenerlo sería morir. Ni Doncic, en la cresta de la fama ya, pero en su primera Final Four. El esloveno es la promesa convertida en realidad, una baza importante para que el Madrid salga triunfador. Está Rudy con alguna molestia pero tendrá que aportar, como Randolph, Thompkins y Ayón. Como Nocioni, en su última batalla europea antes de la retirada. 

Un poquito antes habrá salido el CSKA de Ditoudis a defender el título ante el Olympiakos, dicen que el que menos opciones tiene de ganar, sin embargo campeón en 2012 y 2013 y finalista en 2015. La constelación de estrellas de los rusos (De Colo, Teodosic, Haynes, Augustine, Jackson, Kryapa) ante Spanoulis y su ejército, más sólo esta vez pero con ganas enormes de dar la sorpresa

Todas las vistas puestas en tierras turcas hasta el domingo. Con ojeadores NBA y con un campeón novato (si es Fenerbahce) o que repetirá si es alguno de los otros tres. Para el Madrid sería la décima, el año en que puede volver a reinar con otro triplete de escándalo. Paso a paso porque precipitarse algo, sería caer irremediablemente al vacío