Son dos maneras muy diferentes de entender el baloncesto,
pero por supuesto válidas las dos. Pablo Laso y Xavi Pascual están desmenuzando
a sus equipos hasta encontrar la perfección. Es muy complicado en deporte
encontrarla pero Real Madrid y Barcelona están intentando llegar bien a mayo,
que es de lo que se trata. Son los últimos dos campeones de la Liga Endesa y
los últimos dos equipos españoles que han llegado a la Final Four. El Barça
para quedarse en la semis; el Madrid para instalarse los dos años en la final,
aunque sin suerte en ninguno de ellos.
Los dos han
perdido un partido esta temporada. Ayer lo perdió el Madrid en Estambul, en ese
tipo de encuentros perros, en los que casi siempre vas por detrás en el
marcador, vas haciendo la goma, y parece que no te enganchas nunca. Cuando lo
haces parece que puede ser definitivo porque tienes más calidad que tu rival,
pero la cancha turca, los ánimos de los locales, un par de acciones acertadas
suyas y un par erróneas tuyas, te estropean el partido. Palmeo a un segundo del
final y primera derrota.
El Barça sufrió
hace unos días el primer revés en Liga. Fue en el Palau, en un partido raro,
ante la Penya. Casi igual que el del Madrid ayer, yendo por detrás siempre, sin
sentirse cómodo en el partido. El Barça se recuperó de manera furibunda ganando
en Estambul al Fenerbahce de Obradovic y en Tenerife el otro día, partidos muy
intensos. Ayer los de Pascual ganaron al Panatinaikos de Dusko Ivanovic un
encuentro muy trabado. Pero ese es el lema del basket de Pascual.
Laso corre,
hace correr y se siente incómodo con partidos de setenta puntos. Pascual sólo
corre a veces, te hace el partido muy tenso, lleno de trampas. Le gusta jugar
al límite con la superplantilla que maneja. Conclusión. Los dos han cedido
antes de tiempo pero estarán en las grandes citas. Si no falla nada repetirán
final casera allá por junio. Y en Europa, son claros favoritos para estar en la
fase final de Madrid.
Han preferido
ir de menos a más. Se nota en el baloncesto que ves a los dos equipos. El
Madrid, siendo muy espectacular, está a un poquito del que inició el curso el
año pasado. Dirá Laso que perfecto si llegan bien al final. Y es verdad porque
el año pasado se notó una abrupta disminución de la forma física. Eso le costó
al Madrid Liga y Euroliga
Con los
permisos para relajarte un poco, que te concede la competición, es muy factible
que el Madrid y el Barcelona no estén al mismo nivel todo el año. De hecho
buscan que sea así, porque el camino es largo, sin solución de continuidad,
pero te permite fallar si lo arreglas a tiempo. De casi nada vale la liga para
estos dos monstruos hasta mayo y en la Euroliga los playoff de cuartos marcan
tu camino hacia el éxito o el fracaso. Pero son en abril y hasta ahí puedes
manejar el calendario a tu antojo.
Todo esto se agrava cuando por detrás
no viene una amenaza real. Lo es un poco Unicaja pero el equipo de Plaza ha
perdido tres partidos en seis dias (Moscu, Badalona y en el Carpena ante el
Maccabi). Lo es Valencia pero los de Perasovic son muy irregulares y ya cayeron
en el Palacio de Goya ante el Madrid de paliza. No lo es, desgraciadamente el Caja
Laboral, diseñado este año de forma rácana, sin grandes estrellas. Con un
entrenador, Marco Crespi, que valía en agosto y que ha dejado de valer en
noviembre. Cesado el otro día tras el desastre ante el Estrella Roja en
Vitoria, Crespi se vuelve a casa. Y Querejeta sigue en su sitio. Así está el
baloncesto