sábado, 15 de junio de 2013

El Madrid lleva la final a su terreno

El equipo de Laso gana el tercer partido de la final y se encuentra, como hace un año, a un partido de ser campeón de LIga / Inmenso Felipe Reyes con 20 puntos, clave para la victoria / Por primera vez en esta serie un equipo pasó de 80 puntos


            Es una final definitivamente impredecible. Se sobrepuso el Barça en el segundo partido al toque moral del primero, para empatar la serie. Se rehizo el Madrid en un gran tercer partido para llevar la final a su terreno, que es volver a Madrid como mal menor el martes si no decide antes, mañana domingo, el campeonato.
            Es una final de ida y vuelta que, por ahora, tiene más sentido blanco que blaugrana. Es la conclusión que puedes sacar si ves aspectos generales de todos los partidos. En el Madrid aporta más gente que en el Barça, hay sensaciones que, por la mínima, te dejan un regusto a título del Madrid. Pero hay qe luchar todavía.
            Está el Madrid igual que hace un año. Ha ganado el tercer partido, como hizo el año pasado, pero esta vez ha ganado fuera y tiene dos oportunidades de ganar el campeonato. No se engañen, igual que el año pasado. El orden de los partidos venía distinto. Perdió la ocasión en en su Palacio y luego fue derrotado en Barcelona. Esta vez el quinto teórico seria en casa, un alivio, no necesariamente equivalente a título pero, al menos, un respiro el tener a tu público al lado.
Le dijo ayer Felipe Reyes nada más terminar el partido a Africa de Miquel, compañera de TVE que “no queremos un quinto, queremos ganar la final el domingo. Hemos hecho un partido serio, hemos jugado a lo que queríamos. A ver si podemos sentenciar en cancha contraria”. Un Felipe Reyes inmenso ayer, descomunal. 20 puntos, 6 rebotes para un tipo que sale desde el banquillo pero que no ha perdido un ápice su competitividad. Es un jugador histórico, vital para su equipo.
No hay que olvidar que el Barça luchará hasta la extenuación, pero el golpe del partido de ayer es demasiado fuerte para reponerte en 48 horas. Sin duda lo harán, pero da la sensación que el Madrid tiene la final donde quiere, jugando, por fin, a lo que no había podido hacer en los dos primeros partidos.
Es verdad que Laso no había podido ver desde su banquillo a su equipo correr, lanzar contraataques furibundos, propios de la temporada del Madrid. Pascual había sabido cortarlos. Es verdad también que en el Madrid se están viendo algunas variantes tácticas, algo desarrolladas respecto a lo que habíamos visto en el año. Muy bien elaborada está ya la presión en zona 1-3-1 con Slaughter en la punta, cuando al Madrid no le van bien las cosas, pero utilizada ayer en un momento del partido en el que el equipo blanco estaba por delante. También se observó en algunas fases del partido la posición de cuatro de Darden con canastas importantes del ala-pivot americano llegado de Zalguiris. Eso, unido a la aparición de secundarios y a la buena defensa en momentos clave ayudaron al Madrid a llevarse el partido.
Sólo en cuatro momentos estuvo el Barcelona por delante en el partido. Todo un detalle jugando en casa un duelo tan decisivo. El 2-0 inicial, el 5-4 de los primeros minutos, el 46-45 y el 48-47 de mediado el tercer cuarto. Todo lo demás fue del Real Madrid que tuvo ventajas entre los tres y siete puntos, pero que encontró ocho (33-41) tras un pase de Rudy para canasta de Slaughter, y nueve tras un contragolpe terminado por Felipe en canasta y adicional (52-61).
Era el momento clave, el momento para apuntillar la final. Restaban siete minutos para el final. Reaccionó el Barça que encontró a Tomic en dos acciones muy buenas del croata, inéditas en esta final. (61-65), para poner emoción a los cuatro últimos minutos. Había vuelto Navarro a escena con catorce puntos en el último parcial. Todo era esperanzador para los locales.
Pero ya no era posible. Supo el Madrid poner fin al partido de la forma más inesperada. Con dos triples consecutivos, uno de Llull y dos de Mirotic, cuando habían errado hasta trece lanzamientos hasta ese momento. Como si de magia se tratase y cuando la negación en el triple (5/19 el Barça, 5/21 el Madrid al final del partido) era manifiesta en los dos, llegaron esas conversiones para los de Laso cuando más importaban. Cuando hay que meterlas.

La final sigue en Barcelona mañana (19.00, la 1) y, si hay quinto el martes. Un año después el Madrid está igual, a un partido de ser campeón. De volver a ser rey de la ACB, algo que no consigue desde 2007. Ese año, un 24 de junio y en el Palau, Joan Plaza veía cómo su equipo se convertía en campeón. Antes una Liga en 2005, otra en 2000, la anterior en 1994. Demasiado poco para un club histórico, con una deuda hacia el aficionado que puede saldarse en uno, o tres dias.

martes, 11 de junio de 2013

El Barça devuelve el golpe

El equipo de Pascual iguala la serie final tras otro partido de infarto / El Madrid llegó a dominar de catorce puntos mediado el tercer cuarto / La final se va a Barcelona con dos partidos, el viernes y el domingo


Dos días después y la cosa ha cambiado sustancialmente aunque no se nota en el ambiente. El Barça ha salido del K.O. pero el Madrid tiene fuerza para seguir. La situación podía estar 2-0 y está 1-1 y eso es mucha diferencia, pero no la hay en el juego, en las sensaciones. El Barça anotó los mismos puntos que el domingo pero hoy ha ganado y al Madrid no le ha servido hacer en muchos momentos mejor partido que el otro día y anotar sólo cinco puntos menos.
            Estaba claro que el Barça sabía que Llull y Sergio Rodríguez fueron básicos. También lo fue Rudy. 60 puntos el otro día entre los tres, sólo 19 del trio en este segundo partido, una de las claves para la victoria azulgrana, aunque no evidentemente la única puesto que tres tiros en los últimos siete segundos le han podido costar el partido. Ni el Chacho, ni Carroll, ni Rudy anotaron. Todo salió mal en la última jugada del Madrid tras los dos tiros libres de Oleson que habían puesto al Barça, a siete segundos, por segunda vez delante en el marcador.
            Fue un partido tremendo, lleno de parciales brutales para uno y otro. Un primer cuarto lleno de fallos con 10-11 para el Barça. Un segundo monumental del Madrid que se fue al descanso 36 – 26. Inmenso Felipe en ausencia por gran defensa rival de Llull y de Rudy, que sólo aportaba atrás, insuficiente para los blancos. Aún así este es un equipazo, capaz de sacar adelante los arrestos cuando los mejores no están a la altura, cuando los secundarios son los protagonistas.
            Pudo el Madrid meter la puntilla con un dos más uno de RUdy (39-26) pero siguió el Barça a lo suyo, acercándose hasta agobiar al rival (39-37), pero dejándose ir en el momento peor. Dos canastas seguidas de Felipe y el Madrid se fue de catorce. Cuatro minutos de cuarto por jugar y 55-41. Un tiempo muerto de Pascual acercó al Barça un poquito pero estaba aún lejos, demasiado para meter miedo. Aún así estaba en el partido a pesar de que Lorbek se había dado un golpe en la cara por el que sintió mareos y acabó en el hospital.
            Pero nada podía pesar en el Barcelona el día que podía perder media final. En el cuarto final cambió el panorama. Al Madrid se le atascó la zona de Pascual y el Barça se acercó en el marcador. Lo suficiente para no ir por delante pero sí para convertir el partido en un polvorín. Hasta cuatro veces pudieron los culés darle la vuelta al choque pero en las cuatro jugadas falló. Apareció entonces Mirotic, con una canasta tras increíble reverso ante Wallace y con un triple descomunal. Ese lanzamiento puso casi la losa al equipo rival. El Barça vio la tumba, volver con 2-0 en contra a la ciudad Condal. 71 – 67 a 50 segundos.
            Pero entonces apareció Wallace, ese extraño jugador, bueno, diferente, raro a veces, insospechadamente protagonista. Un triple más adicional por falta de Mirotic, la quinta. No anotó el libre pero el Barça estaba ahí. Y más cuando el Madrid perdió la bola en una acción precipitada, fuera de la lista de Laso, fuera de la coherencia cuando estás uno arriba en casa. La recuperación de la pelota por parte del Barça, justo con el reloj de posesión igualado con el del tiempo de partido. Jugó lento, mortífero Oleson para forzar una falta salvadora. Rarísimo que el norteamericano fallara alguno de los dos, como no sucedió.
            Mucho se hablará de la jugada final de Laso, regular planificada, regular ejecutada, bien defendida impidiendo el Barça la penetración y que el Madrid metiera el balón dentro. Lo dibujado en la pizarra de Laso no fue exactamente lo que hizo el Madrid que falló hasta tres veces, la última fuera de tiempo casi, la penúltima con posible falta sobre Carroll. El otro día se quejaron unos, hoy se quejan los otros.

            Baloncesto de ida y vuelta para un duelo monumental entre dos monumentos. La serie se traslada a Barcelona para dos partidos memorables. El domingo a mediodía sabremos si esto vuelve a Madrid el martes que viene. La final va calcada a la del año pasado. Victoria agónica del local en el primero, victoria tras remontada del visitante en el segundo. El año pasado hubo dos más y un quinto de regalo. Veremos

domingo, 9 de junio de 2013

El clásico nunca falla



 El Madrid se adelanta en la final tras un ajustado, increible y polémico partido / Una falta de Sergio Rodríguez a Sada no señalada a tres segundos del final desata las iras azulgrana / el martes, segundo partido

Mereció la pena esperar hasta el final, medir con exactitud cuál era el momento culmen del partido. Y en un Madrid – Barcelona a pesar de ventajas de uno y otro, este momento caliente del partido es el final, cuando los dos dan todo lo que tienen. El minuto y medio final del primer clásico de la Final ACB merece la pena. Tanto que para este final la entrada se te hace barata.
            Fue el Barça hasta once puntos arriba en un momento del partido (37-48). Fue en mitad del tercer cuarto cuando un triple de Navarro casi pone la puntilla al Madrid. Pero nunca sucede eso y menos en un Palacio de los Deportes hasta la bandera. Remó el equipo local hasta el final de ese parcial pero sólo pudo enjugar cinco puntos la diferencia (50-58). Otra puntilla del Barça pareció definitiva (55-65) a ocho minutos del final, pero de nuevo fue cortada por el Madrid con un 10-0 de libro, con Rudy, Llull y Sergio Rodríguez en plan estrella (59 puntos entre los tres de los 75 del Madrid).
            Los últimos minutos fueron para el recuerdo y hubo de todo. Hubo cinco puntos seguidos del Barça, otro triple del Chacho para poner el 71 – 72. Hubo errores arbitrales de bulto. Una falta en ataque del base canario del Madrid que el trío convirtió en dos más uno. Una falta de éste mismo a Sada de manual que es incluso lógico que no vean dos de los tres árbitros, pero escandaloso que se la trague el que está a centímetros de la jugada.
            Eso era a tres segundos del final. Era la victoria azulgrana, que se convirtió en triunfo del Madrid. Era terminar el partido con buen sabor de boca y no a discusiones y con técnicas de por medio, como terminó. No es justo decir que el arbitraje favoreció al Madrid porque la defensa del Barcelona en un tramo largo del partido pudo acercarse a lo ilegal, pero sí decir que en esas jugadas fue determinante.
            El partido lo había decidido Felipe con un par de rebotes, el trio exterior del Madrid con sus aciertos. Lo había decidido el bloqueo del Barça en un momento del último cuarto ante defensa zonal de Laso. Fueron tantas cosas en un primer envite que da ventaja moral al Madrid, pero que le da al equipo culé la oportunidad de redimirse el martes en la misma cancha. 29 de las 30 finales ACB han terminado con un campeón que ganó el primer partido de la serie. La estadística está para romperse pero duele en el alma azulgrana a estas alturas.
            Hubo antes de todo el maremágnum de segunda parte, momentos clave que pudieron describir mejor el partido. Hubo un arranque tremendo del Madrid (6-0, 18-12, 21-14) y hubo un memorable segundo cuarto del Barça (14-31) con cuatro triples de Sada, pletórico en toda la mañana. Hubo un momento de dominio blanco, otro de muy buena sintonía azulgrana que atacaba como quería. Pero por encima de todo hubo un monumento de partido.
            Para el encuentro del martes la polémica está servida. Víctor Sada dijo al final del match que Sergio Rodríguez le había reconocido que la última jugada era falta. Navarro dijo que el arbitraje había sido escandaloso. Pascual no se quedó atrás, Laso contestó a su manera temiendo que los árbitros estén influenciados en la batalla de pasado mañana. Se ha jugado el primer envite y,  como diría aquel, no se vayan que queda lo mejor