No es cuestión
de ser alarmistas pero de un tiempo a esta parte he notado que Carlos Suárez
pierde protagonismo en el Madrid. No sólo eso, ahora “Chimpa” casi es residual,
sin importancia apenas en lo que suceda en el partido. Y es para reflexionar.
Pero
no extraña, sin embargo, que con la llegada de Rudy Fernández, el buen
rendimiento de Mirotic, la aportación de Pocius o Carroll y el manejo excelso
de Llull y Sergio Rodríguez, Suárez no sea importante en este equipo. Es justo
ese momento en el que sus agentes deben estar valorando seriamente traspasarlo
porque el de Aranjuez no va a progresar dentro de esta plantilla.
No
estoy diciendo con esto que Suárez sea mal jugador o que ya no valga para ACB.
Evidentemente sí que es válido para la Liga pero estamos hablando de un jugador
que hace sólo dos veranos tenía que ir “si o si a la selección” según muchos,
entre los que me encuentro. Era el verano previo al Europeo de Lituania y era
evidente que Carlos podría haber ido. No fue finalmente por la decisión de
Scariolo de incluir a San Emeterio en la recta final de preparación, cosa que,
dicho sea de paso, también se entendió muy bien.
En
este equipo tan milimétricamente diseñado por Laso, no cabe un tres como Suárez
ni un cuatro como Suárez. La versatilidad que en otros equipos haría las
delicias del entrenador de turno, se vuelven en su contra en este Real Madrid
que ya tiene tiradores de sobra ( y Carlos no lo es, o al menos, no un top 10)
y hombres dentro que se zafen paa anotar y rebotear. Y defender. Suárez se
queda sin sitio.
La
evidencia es tan palpable que en el Palau, hace dos semanas, salió de inicio
pero volvió al banquillo para jugar apenas diez minutos. En Euroliga es casi
residual y en el torneo casero promedia 16 minutos por partido. Se me antoja
escaso para un tipo como él. Porque no olvidemos su calidad, su defensa, su capacidad
para jugar de cuatro aunque apenas tenga altura para hacerlo.
Me
cuentan que puede ser una cuestión de actitud. No lo creo, la verdad, pero sí
tengo que creer la evidencia clara. Que Carlos Suárez ya no es el que era. Será
cuestión de cambiar de aires, porque en este Real Madrid no tiene cabida. Lo de
la actitud me cuesta a pesar del rumor incesante en el palacio de Deportes
apuntando a que Carlos se ha dejado llevar, que ya no tiene ese ansia tan bueno
cuando comienzas pero que desaparece cuando te instalas en la élite. Sucede que
Suárez ya ha tenido estas sensaciones tenebrosas en otras ocasiones. No ha sido
constante en su carrera. Él verá