lunes, 18 de junio de 2012

El gran trabajo de Xavi Pascual


            Tras estar muerto y sin poder de reacción, Xavi Pascual tiró de pizarra. Ensalzó a su equipo, convenció a sus jugadores que en ese cuarto partido de la final, agónico, se podía hacer la machada. En definitiva no era tanto. Era ganar un partido, es cierto que en territorio rival, pero en el fondo era ganar. Siempre es de lo que se trata, pero esta vez todo era distinto, la victoria iba a tener una reacción impresionante en sus jugadores. La victoria el pasado miércoles en el Palacio de los Deportes significaba volver a Barcelona y eso, cuando estás en el fondo sin ver la luz, es mucho.
            Diseccionó a su rival, desmenuzó en 48 horas, las que fueron del desastre del tercer partido hasta la victoria del cuarto, las claves que tenía enfrente y buscó las posibles vías para vencer al Madrid. Este año el equipo blanco le había ganado cuatro partidos antes de ese miércoles de la semana pasada. Algo tenía que cambiar. A través de una zona de ajustes, con predominancia del box and one frente a Carroll, el Barça sorprendió y dejó al Madrid sin correr tanto como le gusta. La clave para vencer.
            Y eso que, según algunos, no tenía virtudes Pascual para ganar esto, que no valía para gestionar egos en el vestuario, que le venía grande este equipo. El técnico azulgrana demostró en la peor situación saber llevar a un vestuario. Por supuesto con ayuda de unos jugadores superlativos que han demostrado, algunos más que otros, que fuera de calidad o aptitudes han tenido actitud para levantar esto.
            Cuando el Barcelona logró ganar el cuarto partido y volver a Barcelona, algo te dice que es muy poco probable que pierda el decisivo en su territorio. Puede pasar (el Madrid lo consiguió en 2000 y 2005 y el mismo Barcelona en 1997) pero es menos probable que lo que pasó realmente. Que el local se hiciera con el título. Ahí fue cuando Pascual volvió a respirar, alabó al Madrid como gran deportista y ensalzó las virtudes de su equipo. “Hemos ganado al mejor rival y en la final más difícil de los últimos tiempos”.
            Y se encuentra Pascual, discutido, con problemas para su continuidad y con diversos nombres sobrevolando sobre su cabeza. Sustitutos que llegarán o no llegarán. Mientras, él hace de tripas corazón tragando saliva para no contestar a aquellos que siempre tienen la misma coletilla en la boca. “Es que hay que ver a Pascual entrenar a otro equipo”. Pues Obradovic, Messina, Ivkovic, Phil Jackson, Pianiggiani y un largo etc no han entrenado nunca a equipos menores y se han labrado una aureola de grandes entrenadores. A mí me parece que Pascual forma parte de ese grupo. Él, de todos modos, tranquilo y sacando currículo. Cuatro años en el banquillo azulgrana, cuatro finales ACB, dos Ligas, tres presencias en Final Tour, una Euroliga, dos Copas del Rey, otra final aparte. Pero nada, es que Xavi Pascual no vale para entrenar al Barça….

jueves, 14 de junio de 2012

El Barça sale del túnel y revienta los pronósticos

CUARTO PARTIDO. R.MADRID 75 - 81 BARCELONA

 Victoria culé en un partido muy serio en el Palacio / El Madrid notó la presión y no supo realizar el juego tradicional / Quinto partido en el Palau el sábado

Podía pasar y, tratándose del actual campeón, se podía esperar. El Barça hizo un ejercicio de autoestima las 48 horas que precedieron a la esperanza, las siguientes al desastre del lunes. Ganó ayer en el Palacio, sacó la cabeza y ahora es un poco más favorito en el quinto y decisivo partido del sábado en el Palau.
            El cuarto partido no fue ninguna broma. Con el público encima por lo que había sucedido en el tercero, el equipo de Pascual tuvo que ser doblemente firme, tuvo que estar doblemente concentrado. Ayer sí salieron todos a la cancha, no había tiempo a posponer la machada. Tendría que ser ayer y no desoyeron los culés la llamada de su honor, la que dice que debían ganar para salvar el orgullo.
            Y todo a través de detalles concretos que no pasan desapercibidos. Por ejemplo la zona impuesta por Pascual en el primer cuarto, inesperada a todas luces pero que hizo complicado el nivel de juego del Madrid. Había que impedir que los blancos corrieran, conseguir que el juego de Llull y Rodríguez fuera lento. Lo consiguió el Barça en el primer tiempo, con un soberbio Lorbek y un gran Wallace (sí, Wallace). 15-17 en el primer cuarto, 34-39 al descanso.
            Fue entonces cuando Pablo Laso tuvo que arreglar algunas cosillas. Las justas para que el Madrid impusiera un poco su rimo al comienzo del tercer parcial para meter presión a su rival. Pero Navarro ayer estaba de dulce, Lorbek y Mickeal cumplían, Marcelinho dirigía, ayer, magistral. El Barça se va de nuevo en el marcador y consigue una máxima de once (49-60), se tranquiliza de cara al último envite, ese en el que se iba a jugar todo el futuro.
            Pascual se limitó a contener el juego blanco en el último cuarto. Un periodo muy inteligente del bando azulgrana. El Madrid se acerca a cuatro (58-62) a seis minutos, el Barça estira el marcador y a tres minutos y medio tiene una máxima de doce (64-76). Tira el Madrid de orgullo para anotar cuatro puntos, pero el Barça responde con dos canastas de Navarro y un triple de Lorbek que parecen matar el encuentro (68-79).
Fue entonces cuando aparece el último arreón blanco. Siete puntos de Mirotic consecutivos ponen al Madrid a cuatro a 40 segundos del final. Pero ahí estaba el mejor cuatro de Europa, Erazem Lorbek, para inventarse una canasta en la cara de Tomic. Partido ganado, habrá quinto en el Palau y allí, con la ventaja como local, será otra cosa. Asunto del Madrid será que no sea así y que el equipo de Laso pueda hacer un buen partido (otro) en Barcelona, donde es tradicional hacer buenas cosas este año. Por ahí debe venir el optimismo blanco. No será fácil para nadie. Conclusión, será bueno para el espectador.

martes, 12 de junio de 2012

La fuerza de un estilo; la fidelidad a unas ideas

TERCER PARTIDO. R.MADRID 85 - 59 BARCELONA

El Madrid humilla al Barcelona y podría ser campeón el miércoles, cinco años después / Llegaron a dominar por 30 puntos en el último cuarto / El rebote y el infame porcentaje de tiro azulgrana, clave


La enfermedad del Barça es muy grave. Dicen los doctores que está a punto de morir y que todo se puede certificar mañana miércoles, a las diez de la noche. Esa es la hora que han puesto de límite para marcar la defunción definitiva del equipo blaugrana. Hay un halo de esperanza, algo que permita notar todavía la respiración de los de Pascual. Ese halo pasa por palpar las sensaciones de aquí hasta que lleguen las doce de la noche de mañana. Algo que permita observar que el paciente es muy tozudo y que no permite morir así tan fácil, tan de repente, tan cobarde sin oponer nada de resistencia.
             Lo que se vivió ayer en el Palacio de Deportes de la Comunidad es el comienzo de la confirmación de algo que ya sabíamos o intuíamos. El cambio de ciclo en el baloncesto nacional. El Madrid ha sido mejor que el Barça en dos partidos y medio de final, si le concedemos al equipo azulgrana buena parte del segundo partido en el que tuvo la victoria a tiro. Es verdad que a los de Laso les queda lo más difícil, que es sentenciar la final, rematar la faena. Eso lo ha de conseguir mañana pero a nadie le extrañaría que lo hiciese el sábado aunque el quinto partido se juegue en Barcelona. Hace unos días esa posibilidad ni se contemplaba. Ir a campo contrario a jugarse la final es tradicionalmente complicado, pero ahora esa opción se plantea.
            Aunque por lo visto ayer no se debería ni pensar en ella. A quién le dijeses anoche, a la salida del Palacio, que va a haber quinto partido, te toma por loco. Ayer no hubo un partido, hubo un equipo ante la peor versión que se recuerda del otro. Un clásico desproporcionado, humillante para el Barcelona, cansado, tocado, hundido. Destrozado por el rival más acérrimo.
            Fue un encuentro igualado en el primer cuarto, roto en el segundo, y maquiavélico para el Barça en los dos siguientes. Los azulgrana anotaron 23 puntos en el primer parcial para hacer 36 en los tres siguientes. Con un infame porcentaje de tiro, con sus estrellas abochornadas, con Navarro lastrado por sus problemas físicos. Ocho puntos, sólo tres en juego para un tipo descomunal pero que ha llegado muy tocado a la final.
            El Barça perdió casi todo ayer. Pedió la cabeza en un segundo cuarto para la historia negra de este club, desbordado por la feroz defensa blanca y sin anotar en juego los primeros ocho minutos. Perdió incluso los nervios con una acción brutal y desproporcionada de Mickeal que agredió a Velickovic y debió ser expulsado. Pero el Barça perdió ayer la oportunidad de redimirse que siempre se otorga a un perdedor. Casi nadie da nada porque los azulgrana ganen mañana. Aunque todo es posible en baloncesto.
            Decía ayer Laso que para el título queda aún un largo camino. Es verdad. Puede ser de 40 minutos o de 80, o podría no serlo porque, quién sabe, el Barcelona reacciona y gana la final. La opción, por improbable que parezca, no debería ser descartada del todo. Muchos equipos se han tomado a guasa el último cuarto de un partido cuando tienen otro a 48 horas. Es posible que eso sea lo que hizo el equipo azulgrana, a pesar de lo insensato que parece perder un partido de casi 30 puntos ante tu rival más odiado.
            Mañana tendrán que pasar muchas cosas para que esto se solucione del bando culé. Pocas tendrán que cambiar para que el Madrid sea campeón, merecido, de la Liga. La intensidad no le faltará al equipo de Laso y el rebote, básico ayer (48 por 23). Sólo con eso da la sensación de que el Madrid no sólo compite, sino que puede con el Barcelona. En cambio, en el bando catalán han de reiniciarse para buscar la continuidad de la serie. Dos que deben hacerlo son Wallace y Eidson, intrascendentes en la final y en los play off. El primero ha demostrado no tener nivel para un equipo como el Barcelona. El segundo, es otra historia, es meterle en la cabeza qué significa este partido de mañana. La calidad no se le discute, pero la actitud sí y por muchos motivos.
Y el que debe hacerlo es Pascual, aunque el técnico parece superado por las decisiones tácticas de Laso y desbordado por los acontecimientos.
            Mañana a las doce de la noche conoceremos al campeón de la Liga Endesa …¿o no? Si me tengo que apostar algo digo que sí, que el Madrid se hará con el título, pero hemos visto tantas cosas en el mundo del deporte y, sobre todo del baloncesto, que te hace pensar que el partido de mañana tendrá competencia, sólo faltaba eso. El Barça, si muere, lo hará compitiendo. No puede permitirse otra cosa.

viernes, 8 de junio de 2012

El Madrid tira de orgullo


SEGUNDO PARTIDO. 69 - 75 REAL MADRID

Los blancos empatan la serie con una gran reacción en los seis minutos finales / Un parcial de 1-14 en el último cuarto y el enorme acierto visitante en los triples resultó clave

Cuando ya agonizaba en la cancha, cuando la mayoría de los aficionados blancos contaban ya con marcharse con 2-0 en contra en la serie, apareció el Madrid de los grandes momentos. Sólo duró cinco minutos en cancha pero valió para poner el empate en la eliminatoria y devolver la emoción a una serie que, seguramente, estaría sentenciada si el Barcelona hubiera ganado el partido.

            Y sucedió todo esto a falta de seis minutos para el final del partido. Un triple de Lorbek había obligado a Laso a pedir tiempo muerto. Su equipo estaba nueve abajo (65-56) y todo era negro en el club blanco. Pero de repente, en tres minutos de partido,  Sergio Rodríguez y Mirotic anotaron dos triples y Carroll otros dos más otra canasta. El Barcelona respondió con un tiro libre de Vázquez. 1-14 de parcial y el Madrid en el partido. Tanto que aguantó hasta el final y consiguió para sus intereses una reparadora victoria.

            Al igual que en el primer partido un triple sobre la bocina de Huertas podía minar la moral del Madrid, en el segundo tener muy controlado el partido y nueve puntos de renta con menos de seis minutos por jugar puede acabar minando la del bando culé. Perder un partido así siempre cuesta y además en casa. Ahora el Barça está obligado a remontar en cancha ajena y ganar al menos un partido en el Palacio de Deportes.

            El baloncesto no entiende de justicias. Si anotas más, ganas. No vale ser mejor. Y en esta final se ha demostrado. El Madrid tuvo que ganar por méritos el primer partido y lo perdió. El Barça tuvo que hacerlo en el segundo y también lo cedió. Es verdad que este encuentro del Palau estuvo más igualado que el primero. Empate a 40 en la primera parte y buena reacción del Madrid cuando se le demandaba, cuando más complicado era. En los primeros minutos nadie se fue en el marcador y la máxima ventaja de un equipo fue de nueve puntos.

            Destacar el gran partido de Lorbek, 22 puntos, aunque eliminado por faltas y el extraordinario acierto en los triples del Madrid. Ayer 11/17, una auténtica barbaridad, parecida a la que está cometiendo Sergio Rodríguez en estos play off. El canario ha anotado 19 de los 24 triples que ha intentado, llamando a la puerta de la selección este verano.

            Merecen una mención especial los entrenadores en el día de hoy. Pascual supo maniatar al equipo de Laso en el comienzo del tercer cuarto con un 8-0 de parcial castigando en la pintura al Madrid. En ese cuarto las ventajas en ataque que conseguía el Barcelona quizá merecieron una ventaja mayor, pero erraron tiros en momentos adecuados que impidieron el despegue definitivo. En el bando contrario Laso puso en práctica una zona que coincidió con el atasco en ataque del Barça y con el parcial de 1-14 mencionado antes. Por eso están en la final, porque son los dos entrenadores más destacados este año en el ámbito nacional con permiso de Sito Alonso en el Lagun Aro.

            La serie se viene ahora para la capital en sesión doble de lunes y miércoles a las 22.00 h. Serán partidos apasionantes. No lo merecen menos estos dos colosos del basket nacional.

jueves, 7 de junio de 2012

Algo más que una victoria en la final


PRIMER PARTIDO. BARÇA 81 - 80 REAL MADRID

El Madrid desperdicia una ventaja de 17 puntos para perder el primer partido de la final, resuelto con un triple de Huertas sobre la bocina / Mickeal y Lorbek, claves en la remontada culé

            Es posible que sólo sea el triple de una victoria, que se trate de la suerte del campeón, que Marcelino no vuelve a meter eso en su vida. Pero es también probable que decante un título ACB, que la moral del Madrid se resquebraje y el equipo blanco se hunda. El 1-0 del Palau para el Barça puede no significar nada y significarlo todo.
            Se arrodilló el Madrid a un segundo del final, poco después de que Llull hubiera elegido la peor de las opciones para su equipo con dos arriba en el marcador. El base menorquín había lanzado un triple al límite de la posesión, cuando podía haber elegido penetrar para sacar falta. Le estaban haciendo un aclarado de libro, ordenado además por su entrenador desde el banquillo. Llull se cegó, se le hizo de noche y, quién sabe, no vaya a decidir con esa opción errónea un título de Liga.
            Es cierto que el triple de Marcelino Huertas desde 12 metros es inconmensurable, tanto que es anecdótico perder un partido así, pero le puede hacer mucho daño al Madrid y rearmar a un mal Barcelona que se encontró con el partido, aceptando de buen grado el regalo del Madrid. Porque eso es lo que le hizo el equipo blanco al blaugrana en el último cuarto, todo un presente.
            Había comenzado igualado el partido pero pronto demostró el Madrid que está en la final para algo. Ya tomó ventaja en el primer cuarto y al descanso se iba con seis arriba (37-43). Pero un parcial de 0-11 en el tercer periodo le dio al Madrid hasta 18 puntos de ventaja (43-60, a quince minutos del final). Nadie presagiaba un final así. Hacía aguas el Barça en ataque y Carroll y Tomic tomaban la iniciativa blanca en ataque. Un soberbio encuentro del croata no sirvió para que su equipo ganara. Algo ha fallado en ese último cuarto.
            Faltó la intensidad que tuvo en los tres periodos anteriores y al Barça le sobró de todo. Tuvo fuerzas para levantarse cuando estaba muerto de nuevo, tras una canasta de Tomic que ponía al Madrid once arriba a cinco minutos (67-78). Tuvo arrestos el Barcelona que culminó un 11-0 de parcial a 42 segundos para empatar el partido a 78 con un triple de Navarro, mejor ayer que en todo el play off.
            Fue entonces cuando al Madrid se le vino el mundo encima aunque no tenía por qué. La situación lo indicaba pero Laso estaba frío. Dos tiros libres de Llull pusieron a su equipo dos arriba y Navarro lanzó precipitado un triple que se fue al limbo. Fue entonces cuando, sin tener porqué, con todo a favor, al Madrid se le fue la cabeza. Con la posesión en 28 segundos el equipo blanco ataca para machacar el partido convencido de que el Barcelona haría falta, pero Pascual decide defender en una opción muy arriesgada. A partir de ahí, lo sabido, el triple errado de Llull por falta de ideas, el triple desesperado de Huertas (los únicos puntos del partido) que dan una victoria con sabor a algo más que un mero triunfo en la Final.
            Mañana (22.00, La 1) el segundo partido en el que la pregunta a responder está clara. ¿Será capaz el Madrid de sobreponerse? Laso lo tenía muy claro en rueda de prensa. “Hemos hecho todo bien o casi todo. Sólo nos ha derrotado un triple desde casi medio campo y a una pierna”. Tiene razón el técnico vitoriano, pero esto es basket. Y lo que pasó ayer puede decidir, por muy increíble que sea, un título

martes, 5 de junio de 2012

Y de nuevo, un clásico final


 Barça y Madrid vuelven a verse en una Final ACB tras cinco años / Ligero favoritismo azulgrana por la ventaja de campo / Es la sexta final consecutiva de los culés y la primera en un lustro de los blancos

            Cinco años después y tras muchos sinsabores impropios de la historia que representa este club, el Real Madrid vuelve a una final ACB con la mente puesta en ganar, pero sobre todo en competir y en retornar a la grandeza que este club estaba a punto de empezar a perder mediada la temporada pasada. El pase a la Final Four de Barcelona, la Copa de este año y la vuelta a la final de la Liga han devuelto al Madrid a boca de todos los aficionados al basket.
            La final arranca mañana en el Palau y seguirá el viernes también en territorio culé. En este campo el Madrid perdió hace tres semanas por tres puntos pero en esta ciudad, a las afueras, en el Palau Sant Jordi, ganó el equipo blanco al Barcelona hace tres meses, aquel 19 de febrero enorme para la entidad blanca. Aquella tarde la Copa del Rey volvía a las vitrinas de la Castellana, 19 años después.
            Este triunfo unido al de Navidad en el Palacio hace que azulgranas y blancos se hayan enfrentado tres veces en partido oficial (si consideramos la Supercopa oficial, allí ganó el Barça) y el balance es de dos victorias a una para los de Laso. Afronta esta final con esa pequeña ventaja que tiene este deporte a veces tan lógico, otras no tanto. Ha ganado ya dos veces a su rival y una en territorio enemigo. Sabe Laso, por tanto, cómo hacerlo aunque nada será como parece en estos, eso dicen los expertos, cinco encuentros que nos esperan.
            Casi todos aventuran que esto terminará el 16 de junio en el Palau, en un hipotético quinto partido pero los entrenadores no se fían de previsiones. Laso dijo ayer que siempre hay que ir partido a partido pero en una final sobretodo. Pascual iba en la misma línea. “No nos servirá de nada creer, para bien o para mal, que la tendencia del primer partido marcará la serie”. Es verdad que, en los últimos 20 años, quien ha ganado el primer partido ha sido campeón en 19 ocasiones. Sólo el Unicaja en 1995 no levantó el título tras ganar el primer partido. Una estadística demoledora de lo que supone golpear primero.
            El estado de forma de Navarro, aunque parece que jugará sin problemas, es la única duda que tiene Pascual porque Laso no tiene ninguna con sus jugadores. Mirotic ya estará a pleno rendimiento tras jugar sólo tres partidos, y a ratos, de la eliminatoria ante Caja Laboral. Es otra final como las que solían protagonizar estos equipos en los ochenta y a mediados de los noventa. La última vez en 2007 con victoria blanca y las otras dos en 2001 y 2000 con reparto de triunfos.
            Es la sexta final consecutiva para el grupo de Pascual, que ha estado siempre en el banquillo en esta racha existosa, el primer año como ayudante de Ivanovic. Es la primera final de Laso pero el vitoriano ha llevado este año al Madrid a otra, la mencionada de la Copa, cumpliendo casi a rajatabla lo que se le pedía. Una final con algo de favoritismo azulgrana por lo de jugar en casa pero el Madrid ha sido campeón dos de las últimas tres veces con desventaja de campo y ha celebrado en el Palau dos ligas desde 2000. Sólo hay una palabra que refleja el estado de los aficionados. Expectación